Creo que el martes Tenoch podría haber escrito algo así:
No sé que les pasó a mis papás. Cuando desperté los dos estaban levantados y lo más extraño es que todavía era de noche, lo comprobé mirando hacia la ventana y sí, todavía estaba oscuro.
Mi mamá me dio lechita para terminar de despertar pero en lugar de volver a dormirme, me vistieron y me arreglaron para salir. Me decían que íbamos a ir a Barcelona pero no entendía yo porqué tan temprano.
Cuando salimos de la casa, todavía estaba oscuro y tomamos el bus –que por cierto mi mamá insiste en llamarle camión- y yo me dormí un rato tomando mi lechita.
Llegamos a Barcelona y nos subimos a otro bus/camión –ya no sé como llamarle- pero yo ya estaba aburrido de viajar y como no estaban sentados mis papás, no me sacaban de mi cochecito y para decirles que quería salir me puse a llorar. Ellos me decían que ya íbamos a llegar y que por eso no me sacaban pero yo solo quería salir.
Cuando por fin llegamos a donde íbamos, resultó ser un hospital a donde me llevan para que me revise una doctora muy simpática, que es la que le dijo a mis papás hace mucho tiempo que no me dieran nada que contenga leche de vaca.
Como llegamos temprano, tuvimos que esperar a la doctora –que mi papá insiste en llamarle médica- y yo quería lechita para dormirme un rato pero creo que mis papás no entendían porque cada vez que empezaba a buscarla,mi papá me cargaba y me llevaba a jugar a otro lado, lejos de mi mamá.
Cuando llegó la médica –la llamo así por darle gusto a mi papá- me revisó el cuerpo y yo protesté llorando, después les dio a mis papás un vasito con un líquido que decían que era leche y que me lo iban a dar para que lo probara. Lo probé una vez sólo por curiosidad pero no me gustó y ya no acepté más, así que mi papá me lo ofreció con una jeringa y como me dio curiosidad también acepté pero sabía a lo mismo y no quería más. Me explicaron que querían comprobar que no tuviera ninguna reacción a la leche de vaca para que después pueda comer cualquier alimento que la contenga, pero esa leche sabía feo y no quería.
Después que me terminé –con esfuerzos- la cantidad mínima que tenía que tomar, esperamos un rato en la sala de espera y después salimos a pasear, yo aproveché ese momento para dormir. Cuando desperté ya estábamos otra vez en la sala de espera. Esta vez no esperamos tanto, pasamos rápido con la doctora y me revisó el cuello para ver que no tuviera nada, después me revisó el pecho y la espalda otra vez y yo, una vez más, protesté llorando pero mi mamá me consoló rápido con una lechita.
Después, la doctora les dio unas instrucciones a mis papás para que me dieran leche de vaca, 30 mililitros la primera semana, 60 la segunda, etc etc hasta la quinta semana tendré dieta libre, podré comer de todo. Yo solo espero que no me den esa leche que me dieron en el hospital.