Primera

miércoles, 26 de mayo de 2010

Una amiga mía acaba de descubrir a Carlos González, sólo ha leído fragmentos de sus libros, algunas respuestas que ha publicado en foros o alguna entrevista y ya está, permíteme el término, fascinada con él (como todas las mamás que lo han leído). Le gusta su visión de la crianza y los consejos u orientaciones sobre cómo reaccionar con los hijos (como a todas las mamás que lo han leído) y además le gusta la forma en que lo explica (como a todas las mamás que lo han leído).

Como Zulema es una de esas “mamás que lo han leído” me pidió que hiciera una recopilación de las entrevistas, artículos e información pública (no sea que me cierren mi changarro por pirata) sobre Carlos González. Así que aquí va la primera entrada sobre este tema. Es una entrevista que salió publicada en el diario 20 minutos con motivo de la presentación de su nuevo libro “Entre tu pediatra y tú”.

Muchas madres me envidian. Carlos González me recibe para comer con él, publica un nuevo libro, 'Tu pediatra y tú' (Planeta) y tengo la oportunidad de conocer de una forma distendida a este gran abanderado de la crianza natural, el colecho (dormir en la cama con los hijos) y la lactancia materna, firme opositor del método del Dr. Estivill y su método para dormir a los bebés. Es más alto y más delgado de lo que parece en las fotografías. Y hay mucho más…

¿Se debe buscar a un pediatra acorde con la ideas de los padres, o cualquier pediatra es válido?
Cualquier pediatra es válido, el problema es que pedimos a los pediatras cosas que no son de su ámbito. Un pediatra es una persona que ha estudiado el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los niños. Pero nos empeñamos en preguntarle cosas que no están relacionadas con su salud: si hay que cogerle en brazos o no, dónde tiene que dormir, qué hacer si no come.

¿Hay un exceso de información de cómo ser padres?
El exceso de información nunca es malo, lo malo es la desinformación o la información incorrecta. Por eso escribí el libro Bésame mucho, porque había leído libros sobre la crianza de los hijos que no me gustaban nada y pensé en escribir sobre lo contrario para que al menos los padres tengan dónde elegir. Me daba pena y rabia ver a tantos padres cuyo su deseo era atender a su hijo pero que no se atrevían a hacerlo porque algún experto había dicho que eso estaba mal. Durante miles de años, los padres han criado a sus hijos sin libros. Creo que los padres tienen buenos instintos, nunca he oído decir a una madre que diga: “yo lo dejaría llorar, pero como dicen que va a coger un trauma psicológico hago en esfuerzo y lo cojo, qué remedio”. En cambio sí me han dicho lo contrario: “Yo lo cogería en brazos, pero como dicen que se malacostumbra, no lo cojo”. Y pocas madres me dicen: “gracias a sus libros he aprendido cosas que no sabía”. Lo que me suelen decir es: “gracias a sus libros he recuperado la confianza en mí misma de ver que aquello que quería hacer no está mal como me decían”. Cuando un niño llora, lo normal es querer consolarlo, no se te ocurre dejarlo llorar; la gente que lo hace, lo hace en contra de su voluntad porque se lo han dicho. Y no digo que haya que meter al niño en la cama, sino que hacerlo no es malo.

¿Y el que no lo mete en la cama hace mal?
No, cada padre tiene que elegir lo que mejor le funcione.

¿Cree que existe una guerra de bandos respecto a la forma de criar a los hijos?
No, cada familia tiene que buscar y elegir lo que mejor le vaya, y tiene que saber que tiene libertad para elegir, que no solo hay una opción posible. Si dejas a tu niño en la cunita en su habitación y te va bien, estupendo. Pero si lo dejas y no se duerme, y llora, no un poquito, sino media hora, es que algo no va bien. Y si lo quieres dejar llorar y hacerle eso a tu hijo, tú verás si así puedes dormir.

Respecto al colecho, ¿qué ocurre entonces cuando se tienen hijos muy seguidos, o si es un parto múltiple?
Pues meter a toda la familia en la cama. Si tienes tres de golpe y se despiertan cada hora y media, pero no a la vez sino cuando ellos quieran, y conoces un método mejor que metértelos en la cama, por favor, dímelo.

¿Qué es lo que más preocupa a los padres?
La comida y el sueño, pero no sé hasta qué punto son modas. No creo recordar que antes de que saliera el libro de Estivill alguna madre me preguntara por el sueño de su hijo. Creadas las expectativas, se crean los problemas.

¿Ha debatido con Estivill?
Una vez, en un programa de radio, por teléfono. Resultó un poco confuso porque dijo que básicamente estaba de acuerdo conmigo. Y le dije: "Hombre, no diga eso, que los oyentes se van a liar, no estamos de acuerdo en nada".

¿En casa del herrero, cuchillo de palo?
No es que yo haya criado a mis hijos conforme a las teorías de mis libros, sino al revés, he escrito esos libros conforme a mi experiencia criando a mis hijos. Aunque supongo que podría haber mejorado la experiencia de los primeros meses de mi primer hijo (risas). Los primeros hijos están para hacer prácticas.

¿Qué significa para usted ser padre?
Es la cosa más importante que puedes hacer en la vida, al menos yo estoy seguro de que nunca haré en mi vida nada más importante.

¿Qué se necesita para criar a un hijo?
Tiempo y cariño. Cualquier animal cría a sus hijos y hasta cierto punto depende del instinto. Lo que no puede ser es que estar con tu hijo sea "una pérdida de tiempo". A un hijo no se le quiere por el hecho de que sea tu hijo, sino porque pasas mucho tiempo a su lado y te 'enamoras' de él. Entonces sabes qué hacer sin necesidad de leer ningún libro (ahora que no me oyen las editoriales).

Pero muchas madres no disponen de tiempo. ¿Es un mito la conciliación laboral?
Soluciones mágicas no existen: no puedes estar en dos sitios a la vez. Y a nuestras abuelas por lo menos las dejaban ir a trabajar con su hijo, como siguen haciendo muchas mujeres en el mundo, que llevan al niño atado a la espalda. En esta sociedad, aunque hay empleos que se podrían hacer con un niño en brazos, como una taquillera o una empleada de Hacienda, no se permite; está mal visto.

¿La culpa es de la sociedad?
También tenemos que admitir nuestra parte de culpa. Mi madre no trabajaba y mi padre ganaba poco. Jamás tuvimos coche y casi nunca nos fuimos de vacaciones -como mucho podíamos coger el autobús e ir a la playa a Castelldefels- pero yo sabía que mi madre siempre estaba en casa para cuidarme si me ponía enfermo. Tienes que plantearte cuáles son tus prioridades en la vida.

¿No cree que antes la gente ganaba más, proporcionalmente?
No, creo que la gente gastaba menos.

¿Entonces, el progenitor que no se queda en casa con su hijo es porque no quiere?
A ver, en este momento hay cuatro millones de parados en España, y casi nadie se muere de hambre. Mientras estás pagando la hipoteca con dos sueldos da la impresión de que no podrías vivir de otra manera. Pero de pronto uno de los dos se queda en paro y te das cuenta de que sigues viviendo. Muchas familias que se han quedado en paro los dos también siguen adelante.

¿Es cuestión de buscar las mañas?
Es cuestión de prioridades. Está claro que sin un piso no puedes vivir, pero sí se puede vivir sin un coche o sin vacaciones. Lo que sugiero a los padres es que si deciden cogerse una reducción de jornada, que no lo vean como pérdida de ingresos, sino como un gasto. Es decir, el dinero sirve para comprar cosas -el coche, unas vacaciones en las Seychelles, tres meses de estar con tu hijo-; sóoo tienes que decidir en qué te lo gastas.

¿Somos mejores padres de lo que fueron nuestros padres?
Hay mucha costumbre de decir que todos los padres son buenos padres, y eso es mentira. Hay malos tratos… Se puede decir que la inmensa mayoría intentan ser buenos padres pero no todos lo consiguen. Yo me crié en una época profundamente feminista: tenía la absoluta convicción de que los hombres éramos muy brutos. Y me hizo mucha ilusión cuando leí el libro de una norteamericana, Susan Allport, sobre la crianza de distintos animales que extrapolaba al hombre. Y comentaba que, si bien es cierto que antes había otra división del trabajo entre hombre y mujer y que los hombres no llevaban a los niños en brazos ni les cambiaban los pañales, eso no quiere decir que se desentendieran de ellos.

¿La liberación de la mujer ha sido un engaño?
Los libros que hablan de la liberación de la mujer los han escrito mujeres periodistas, mujeres escritoras, abogadas… mujeres que trabajan y se realizan. Nadie se realiza fregando escaleras, ni metiendo sardinas en una lata, o atendiendo en un supermercado. Eso de la realización con el trabajo es un mito creado por gente que tiene muy buenos trabajos. El trabajo no sirve para realizarse, sino para pagar facturas, te realizas con otras cosas. Incluso yo, que tengo un buen trabajo, no me realizo ni como pediatra ni escribiendo libros, yo me realizo como padre y como persona. Hemos llegado al absurdo de que la mujer que se queda en casa es una maruja, mientras que la mujer que friega la casa de otra es una mujer realizada. ¡Si es fregar igual! Me da la impresión de que a la mujer se le ha engañado con eso. La mayoría de los trabajadores lo que quiere es dejar de trabajar; mira qué cara se les ha puesto cuando han dicho que iban a alargar la edad de jubilación.

Muchos de nuestros padres nos criaron en la creencia de que era mejor dejar llorar al niño hasta que se calmaba solo. ¿Cree que eso puede crear un trauma? ¿Está nuestra generación traumatizada?
Eso es algo típico de los años 70, fue una época terrible. Los médicos te decían que por nada del mundo te podías meter al niño en la cama, que jamás podías cogerlo en brazos. Dudo mucho que tus abuelos hicieran eso con tus padres. Respecto a si eso crearía un trauma en los niños, no lo sé ni me importa. Se habla mucho de que si se hace esto o lo otro le va a crear al niño un trauma para toda la vida, y eso crea absurdos lógicos. Hay gente que dice que hasta nacer es un trauma. Una cosa es segura: todo lo que te ocurre influye en tu vida posterior.

¿Cree que a los niños que se les protege demasiado se les hace dependientes o inseguros?
Eso es una mentira tan obvia… La actual generación de jóvenes se criaron en las guarderías, se quedaban en el comedor del colegio, se iban de colonias, hacían actividades extraescolares… y ¿a qué edad se van de casa? Para la mayoría de las madres resulta doloroso separarse de su hijo. Si haces todos los esfuerzos y sacrificios para que sean independientes y al final la independencia es una cuestión meramente económica -y no hay mayor independencia que el irse de casa-, para qué perder el dinero y el tiempo en educarlos "como se debería". Disfruta educándolos como tú quieras.

Hay quien opina que a los niños les benefician las rutinas, ¿qué opina?
Supongo que habrá de todo: niños que estén más cómodos haciendo rutinas y otros que no. Los míos me daba la impresión de que no; no parecía importarles si un día no les bañaba a una hora concreta, más bien lo contrario, les divertía hacer cosas diferentes.

¿Por qué hay tanta disparidad de criterios respecto a la alimentación?
No hay ninguna base científica para decir una cosa u otra, por eso cada cual se lo inventa. Los organismos serios hacen recomendaciones generales, jamás nadie que sea serio te va a decir que le des 50 gramos de carne o la fruta a las cinco de la tarde.

¿Qué le diría a alguien que acaba de ser padre/madre?
Enhorabuena, que lo coja mucho en brazos y que le de muchos besitos.

Graduación

lunes, 24 de mayo de 2010

Mamá ha terminado su curso. Ahora es una Asesora de Lactancia Materna (en formación, matiza ella) reconocida por la Federació Catalana Grups de Suport a la Lactància Materna. (No se si sea prudente decir que aprobó con muy buena calificación así que mejor no lo comentaré.) Ha cursado cuarenta horas repartidas en seis sábados en tres meses. El curso terminó con un examen de setenta preguntas a responder en una hora. ¡¡Uf, más de una pregunta por minuto!! No se si yo sería capaz.

Durante los días que tocaba curso, Tenoch y yo pasamos mucho tiempo juntos, más de lo normal. Jugamos (a veces voluntariamente y otras sin conocimiento de causa), arreglamos y limpiamos la casa (cada uno a su manera), desayunábamos y preparábamos la comida juntos (Tenoch participaba más en la fase de prueba) y lo más divertido ¡¡¡viajamos en tren!!!.

 

Otra ventaja era que con el buen tiempo (que acompañó todos los días de curso) comimos en el parque, al aire libre, sentados en el pasto…

picnic

En fin, nos la pasamos muy bien, fue un curso que nos dejó conocimientos nuevos a todos y lo disfrutamos mucho. ¡Gracias y felicidades mamá!

Esta foto es de las Mares de Castelldefels (Ma Cas, el grupo de apoyo a la lactancia al que asiste mamá) que tomaron el curso.

GrupoLactancia

Buenas noticias…

viernes, 21 de mayo de 2010

Enterarse de un embarazo siempre da gusto. El anuncio de la próxima llegada de un bebé es siempre motivo de alegría, sobre todo cuando ese bebé llega para complementar a una pareja y empezar a formar los tres, una nueva familia.

Para los padres, la imaginación se pone a volar y recorre en un segundo nueve meses para tener al hijo entre los brazos, escuchar su primer llanto reclamando el abrazo materno y sentirse querido. Un segundo después el bebé ya se sienta y juega con su padre riendo a carcajadas con las caras y movimientos que le hace. Un par de segundos más tarde el bebé corre por la casa cogiendo con sus manitas todo lo que tiene a su alcance y su madre, que lo vigila desde lejos fingiendo que no lo ve, sonríe y recuerda que el amor que siente por él ahora ya lo sentía desde la primera vez que unas pruebas médicas le confirmaron su existencia dentro de ella. No ha pasado ni medio minuto y el pequeño corre inquieto por el parque escapando de papá que viene tras él extendiendo los brazos y dando unos pasos tan pequeños que tiene que hacer un verdadero esfuerzo para no perder el equilibrio. En cuarenta segundos el bebé tiene edad suficiente para entrar al colegio, para este entonces mamá se imagina explicándole al hermano o hermana menor, según haya sido el primero, que pronto él (o ella) también irá a la escuela. Se cumple el minuto y mamá vuelve a la realidad al sentir sus propias manos tocándose el vientre y sorprender las de su marido dándole caricias. Se miran a la cara y notan que comparten una sonrisa tierna y picaresca. Esa luz que apareció hace unos días en sus ojos al confirmar la existencia de su hijo, ha crecido durante este viaje que han hecho juntos en el tiempo. “Hola MAMÁ” “Hola PAPÁ” se dicen uno a la otra mientras se funden los tres en un abrazo tierno y duradero.

Enterarse de un embarazo siempre da gusto. La alegría es mayor cuando esa familia son personas cercanas y se les tiene una gran estima. La alegría es más grande todavía cuando el futuro papá de esa criatura es el único lector confeso de este blog. FELICIDADES MyE!

P.D. Irónicamente, el tiempo que vuela en la imaginación, donde se pueden vivir 4 o más años en un minuto, parece ir incluso más lento cuando se trata de las revisiones médicas para ver o siquiera escuchar al pequeño.

Dieciocho

martes, 18 de mayo de 2010

El sábado estuvimos de celebración: Tenoch cumplió dieciocho meses de vida, mamá y yo cumplimos dieciocho meses como papás, los tres cumplimos dieciocho meses como familia y mamá y Tenoch cumplieron dieciocho meses de lactancia exitosa.

Ha habido personas, casi todas mujeres, que, bienintencionadas algunas, desinformadas otras y mala leche el resto, han insinuado, criticado o sugerido que “ya esta grande para seguir mamando ¿no?” cada grupo con sus propias características. Por ejemplo, las desinformadas-bienintencionadas dijeron “¿Todavía tienes mucha leche?”, "Pero tu leche ya no le alimenta ¿no?”, “¿Que todavía no le salen los dientes?”. El grupo de los desinformados se atrevieron a sentenciar [sabiamente] (según su propia apreciación) que “Ya va siendo hora que lo deje” o que “no puede seguir mamando por mucho tiempo más porque conozco a un niño que con cinco años…”. Hubo incluso una médica que, con su dedo acusador señaló a la lactancia materna como culpable del “alto riesgo en que se encuentran las madres lactantes porque mientras estén dando el pecho no se les puede medicar oportunamente”, claro.

A todas esas personas y probablemente a algunas otras que lean este blog (gracias, por favor sigan haciéndolo) les podemos contestar y rebatir en su caso, todas sus preguntas y comentarios. A todas ellas les podemos decir, por ejemplo, que la cantidad de leche no es cuestión del azar o de la edad del niño sino de la frecuencia con que él mame, a mayor demanda mayor producción. También les podemos decir que la organización mundial de la salud (OMS) y la asociación americana de pediatría (AAP) recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida y lactancia materna con alimentación complementaria hasta los dos años o más, ¡o más!. Les podemos decir también que la leche materna es el alimento perfecto para un recién nacido y que sus propiedades y beneficios se adaptan a las necesidades de ese recién nacido conforme va creciendo hasta que deje de serlo, tenga seis, doce, veinticuatro o más meses. Podríamos preguntarles también qué les hace pensar que la leche de vaca alimentará más a un humano que la leche de su propia especie. Siendo prácticos podríamos decirles también que es el alimento más económico y además siempre esta listo y a la temperatura adecuada.

Les podríamos decir muchas otras cosas más, les podríamos dar explicaciones y bases científicas que respaldan la lactancia materna prolongada pero la respuesta más simple (y lamentablemente más rebatible, como si todo el mundo tuviera derecho a opinar) es que Tenoch, con dieciocho meses, toma leche materna porque él y su mamá quieren, porque les gusta y lo disfrutan, son felices, comparten un momento especial y crean un vínculo insuperable. Punto. Y al que no le guste…

Piropos

viernes, 14 de mayo de 2010

Algunos de los piropos célebres que le han dicho a Tenoch:

Ay que guapo estas, te voy a buscar para mi nieta”. (Primero habría que ver a la nieta… digo).

Cada día está más guapo, ¡de verdad eh!”. (Pa’ que voy a decir que no si sí).

Ay que culito respingao”. (Eh!, tampoco eh! sin pasarse, sin pasarse)

Es igualito a su papá… pero tan guapo…” (Me pregunto: ¿era realmente necesario ese “pero”?).

Ay me tiene enamorada, que ojos”. (Si nos dieran un euro por cada piropo a sus ojos…).

Míralo si parece un muñeco”. (¿De qué juguetería te escapaste muñeco?)

Es que es muy guapo de cara”. (¿Perdón? ¿cómo dices que dijiste?)

…y además tiene una voz taaaaaan dulce”. (Durante los berridos como que desafina un poco, pero casi no se nota).

Papá y lactancia

jueves, 13 de mayo de 2010

La sesión anterior del curso de lactancia al que asiste mamá incluyó unos temas muy interesantes como la alimentación de la mujer lactante, la alimentación complementaria (de los bebés), método madre canguro y el papel del padre en la lactancia; y es sobre este último tema del que quiero hablar ahora.

La premisa básica es que actualmente el papel del padre en la familia ya no es sólo de suministrar los alimentos y medios económicos, sino que abarca una integración y parte activa en la crianza. La participación del padre en este proceso puede ir desde el aseo del bebé hasta apoyar y motivar a la madre para lograr una lactancia exitosa, después de todo, lo único que sólo pueden hacer las mujeres es amamantar.

El artículo que dejo a continuación es parte del contenido didáctico del curso y da una orientación sobre qué papel puede desempeñar el padre durante la lactancia. Después de leerlo se puede uno dar cuenta que en la sociedad actual no solo la madre y el hijo, sino también el padre, son imprescindibles para una lactancia exitosa.

Personalmente no me atrevo a decir si he desempeñado mi papel bien o mal, estoy seguro que podría mejorar muchas cosas, pero lo que sí puedo decir es que me siento orgulloso de haber participado y contribuido a que en esta familia hayamos logrado una lactancia exitosa.

FamiliaFeliz

El papel del padre en la lactancia

Tradicionalmente la crianza ha sido principalmente competencia de las madres y los padres se encargaban de abastecer de alimentos a su familia. Actualmente la tendencia es compartirlo todo entre hombre y mujer y que los padres se involucren al máximo en la crianza.

El cambio es lento y supone un esfuerzo porque todavía estamos siendo padres las generaciones que hemos crecido viendo que la madre asumía todo el papel.

Madre sólo hay una…

Pero es importante respetar unos principios:

La psicología nos enseña que los bebés sólo pueden crear lazos de apego intenso con una persona, su cuidador principal, y con la lactancia materna siempre es la madre. Un bebé no puede tener dos figuras de apego principales: padre y madre. Primero es la madre y cuanto mejor relación tenga con ella, mejor relación tendrá con las figuras de apego secundarias como son el padre, hermanos, abuelos…

Al principio los padres nos sentimos desplazados por no poder darle de comer y ver que nuestro hijo sólo quiere estar con su madre. Pero esto es lo normal y también sucede en todo el reino animal. La cría siempre está pegada a su madre, que es quien la alimenta y con quien en el momento de nacer, en condiciones normales, hizo su impronta.

Amamantar, lo único que sólo ella puede hacer

No es necesario compartir la alimentación del bebé los primeras semanas para sentirse partícipe como padre. Amamantar es lo único que sólo ella puede hacer. Nosotros podemos mecer, abrazar, consolar, bañar, pasear, jugar, cambiar el pañal…

También podemos ser conscientes del valor tan grande que tiene la lactancia materna y de que lo normal es que la madre sea imprescindible para el bebé y que nuestra figura de padre sea secundaria para él al principio, aunque muy necesaria para la mamá.

Conforme los bebés crecen se amplía el apego y la necesidad que siente hacia el padre. A través del juego y del contacto diario se desarrolla la relación padre-hijo.

Desde antes del parto

El apoyo del padre es importante ya antes del parto. Tenemos el papel de informarnos junto a nuestras parejas de las mejores opciones para que la bienvenida al mundo del bebé sea la mejor y la que resulte con menos daños tanto para la madre como para el hijo. Es nuestro papel acompañarla y defender a ambos durante el proceso evitando el exceso de medicalización que tanto daño puede causar(1).

Nada que ver el papel del padre en un parto medicalizado (con la mujer llena de cables y rodeada de máquinas con luces parpadeantes que intimidan y te hacen sentir que quizás estorbas para que los profesionales puedan pasar) con el papel del padre en un parto natural, donde la implicación es máxima y  a menudo se convierte en un puntal, a veces también en el sentido literal de la palabra.

Después, cuando la madre está agotada del desgaste físico, moral y emocional que supone el parto será imprescindible el apoyo total en las primeras tomas.

También es nuestro papel hacer de “guardián”  y filtrar las previsibles visitas para preservar el descanso, la intimidad y el vínculo de madre e hijo. Esto es todavía más importante si el parto ha sido con cesárea u otra intervención.

Si la madre, después del parto, estuviera tan mal que no pudiera tener a su hijo consigo, el mejor lugar donde puede estar el bebé es piel con piel con su padre. Pero la madre siempre ha de tener prioridad, porque es el cuerpo de la madre el que nuestro bebé espera encontrar, aunque hay que reconocer que es mejor el padre que una incubadora o cuna térmica. El papel del padre es pelear para que su bebé y su mujer estén juntos.

La tristeza posparto o baby-blues

Las mujeres tras el parto pasan por un periodo de extrema sensibilidad emocional. Todo se les hace una montaña, tienen los sentimientos a flor de piel y necesitan ser escuchadas y comprendidas.  En esos momentos nuestro apoyo es fundamental y la escucha y los abrazos ayudan mucho. Puede suceder que la madre presente grietas u otro problema en la lactancia. Esto puede ser terriblemente doloroso y es muy fácil que ella tire la toalla. El apoyo moral para que siga adelante y buscar ayuda en un grupo de apoyo a la lactancia cercano es primordial.

Entonces nuestro papel es el de cuidar a la madre para que ella pueda cuidar al bebé.

Es importante disponer de tiempo, solicitando con anterioridad días libres, vacaciones, permiso, lo que haga falta para que al menos el primer mes, que es el más crítico, ella no esté sola. Si no es posible, cosa totalmente injusta porque la experiencia de ser padre es única y un hecho de suma importancia en la vida de cualquier persona. Hay que preparar el posparto buscando una persona de confianza que cuide a la madre durante este tiempo.

Liberar a la madre de las tareas domésticas

El padre tiene el papel de liberar a la madre de todas las tareas domésticas y hacerse cargo también de los otros hermanos si los hubiera. Y le tiene que quedar tiempo para hacer papeleos y más papeleos importantes e ineludibles y dar apoyo y cariño a su mujer.

¡¡¡Todo un reto!!!

La primeras semanas ella ya tendrá suficiente trabajo con amamantar al bebé con frecuencia día y noche y mantener cubiertas sus propias necesidades básicas de higiene y descanso.

Sosteniendo la maternidad

La función del hombre es pues sostener la maternidad y, en la sociedad actual, hacer lo posible por suplir la falta de tejido social de apoyo mutuo de las mujeres.

Por el camino irán surgiendo las oportunidades para establecer nuestros propios vínculos, ocasiones no faltarán, cuidar a un hijo no es solamente darle leche y antes de que nos demos cuenta el tiempo pasará, llegarán los alimentos complementarios y sobradas oportunidades de prepararles la comida, sin que por ello sea preciso privarles de la lactancia materna.

Cuando los hijos crecen y  se hacen más autónomos, la función del padre es proteger su crecimiento y su aprendizaje en el entorno más libre y sano posible emocionalmente. Podremos informarnos junto a la madre de otros temas, como los hábitos saludables de alimentación y la educación.

Ser padre es, pues, todo un reto para el hombre moderno, pero tiene sus compensaciones.

 (1) Yo cambiaría esta frase por “para que se respete el deseo de los padres durante el parto”

AONNNO

miércoles, 12 de mayo de 2010

-Tenoch, no toques el horno porque está cal…

-AONNNO

-Sí, el horno está caliente y te puedes hacer…

-AONNNO

-Sí, el horno está caliente y te puedes quem…

-AONNNO

-¡Papá llévate a Tenoch que no me hace caso!

-Voy.

Bronquitis (II)

martes, 4 de mayo de 2010

Bueno, parece que la bronquitis va remitiendo. Al menos ya tose menos y no ha vuelto a pasar dificultades para respirar, aunque le quedan unos mocos que de repente le salen con algún estornudo o nosotros se lo tenemos que quitar porque no salen tan fácil. El miércoles lo llevaremos con el pediatra, espero que todo siga bien.

Ya no se quién sufre más con las revisiones, si él que empieza a llorar desde la sala de espera y hasta que termina la revisión o su madre que lo intenta calmar, desvestirlo, distraerlo, regañarme por distraído o yo que intento calmar a los dos y poner un poco más de atención para no recibir regaños. En fin, veremos cómo nos va en esta ocasión (en cuanto a llantos quiero decir, porque de salud estoy seguro que muy bien).

Bronquitis

sábado, 1 de mayo de 2010

La semana pasada Tenoch empezó con bronquitis. Dos semanas antes había empezado a toser y le estuvimos poniendo ventolin (para abrir los bronquios) recetado por el médico de urgencias, se le quitó y a la siguiente semana empezó a toser otra vez, unos días después el pediatra le diagnosticó bronquitis.

Desde entonces y hasta el jueves pasado le hemos estado poniendo ventolin y otros medicamentos para ayudarle a expulsar las flemas pero el viernes lo llevamos con a urgencias otra vez porque le había vuelto a aumentar la tos y había empezado con fiebre. Le diagnosticó una infección de las vías respiratorias altas y afortunadamente los pulmones se los escuchaba bien, la tos era muy seca. Pero hoy en la mañana notamos que respiraba con dificultad y le había vuelto la fiebre, así que además de darle algo para bajársela y darle ventolin, decidimos llevarlo al centro médico.

Después de pasar molestias y frustraciones, el médico que nos atendió le mandó a hacer una radiografía, su única gran aportación, y por fortuna los pulmones estaban bien, no se veían flemas. Como ya estaba llevando tratamiento, y de humor estaba bastante normal (llorando en el consultorio y jugando en casa), no fue necesario llevarlo al hospital, conforme fue pasando el día, su respiración fue mejorando.

El resto del día fue mejorando y ya no le ha vuelto la fiebre, la tos le disminuyó y ahora tiene muchos mocos pero esta durmiendo muy tranquilo, esperamos que así pase el resto de la noche.

No hay angustia más grande que ver a mi hijo enfermo.