Gatos

sábado, 7 de agosto de 2010

Yo nunca he sido especialmente aficionado a los animales y menos a tener mascotas. Para ser honesto los perros me dan miedo, los hurones y cualquier tipo de roedor me dan “cosa” y los gatos no me gustan nada, nada, nada.

A mamá tampoco es que la vuelvan loca los animales y los gatos tampoco le gustan nada, nada, nada.

Pues bien, ahora resulta que a Tenoch le fascinan los gatos. Puede dejar cualquier cosa con tal de ver un gato. Se detiene por la calle cuando ve una mochila, bolsa o camiseta con la cara de Hello Kitty (él me enseñó que “eso” era un gato). Ya identifica las casas donde viven algunos gatos y siempre que va al parque es parada obligada para saludarlos, para colmo hay unos gatos pequeños que se acercan a verlo (a él o a cualquiera que se detenga en la puerta) y él encantado. Tanto le gustan que hasta juega a que es un gatito. Se pone a gatas y ya sabemos que es el indicador para decirle “hola gatito”. Pese a todo esto, dudo mucho que algún día nos convenza de comprarle o adoptar un gato.

También le gusta detenerse en las tiendas de los chinos donde venden los gatos que “dicen ven”. De esos seguro que sí le compramos al menos uno.

gato-chino