Buenas noticias…

viernes, 21 de mayo de 2010

Enterarse de un embarazo siempre da gusto. El anuncio de la próxima llegada de un bebé es siempre motivo de alegría, sobre todo cuando ese bebé llega para complementar a una pareja y empezar a formar los tres, una nueva familia.

Para los padres, la imaginación se pone a volar y recorre en un segundo nueve meses para tener al hijo entre los brazos, escuchar su primer llanto reclamando el abrazo materno y sentirse querido. Un segundo después el bebé ya se sienta y juega con su padre riendo a carcajadas con las caras y movimientos que le hace. Un par de segundos más tarde el bebé corre por la casa cogiendo con sus manitas todo lo que tiene a su alcance y su madre, que lo vigila desde lejos fingiendo que no lo ve, sonríe y recuerda que el amor que siente por él ahora ya lo sentía desde la primera vez que unas pruebas médicas le confirmaron su existencia dentro de ella. No ha pasado ni medio minuto y el pequeño corre inquieto por el parque escapando de papá que viene tras él extendiendo los brazos y dando unos pasos tan pequeños que tiene que hacer un verdadero esfuerzo para no perder el equilibrio. En cuarenta segundos el bebé tiene edad suficiente para entrar al colegio, para este entonces mamá se imagina explicándole al hermano o hermana menor, según haya sido el primero, que pronto él (o ella) también irá a la escuela. Se cumple el minuto y mamá vuelve a la realidad al sentir sus propias manos tocándose el vientre y sorprender las de su marido dándole caricias. Se miran a la cara y notan que comparten una sonrisa tierna y picaresca. Esa luz que apareció hace unos días en sus ojos al confirmar la existencia de su hijo, ha crecido durante este viaje que han hecho juntos en el tiempo. “Hola MAMÁ” “Hola PAPÁ” se dicen uno a la otra mientras se funden los tres en un abrazo tierno y duradero.

Enterarse de un embarazo siempre da gusto. La alegría es mayor cuando esa familia son personas cercanas y se les tiene una gran estima. La alegría es más grande todavía cuando el futuro papá de esa criatura es el único lector confeso de este blog. FELICIDADES MyE!

P.D. Irónicamente, el tiempo que vuela en la imaginación, donde se pueden vivir 4 o más años en un minuto, parece ir incluso más lento cuando se trata de las revisiones médicas para ver o siquiera escuchar al pequeño.

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